Leucemia mieloide crónica (LMC): terapia con interferón

¿Qué es la terapia con interferón? 

La terapia con interferón es un tipo de inmunoterapia. La inmunoterapia es un tratamiento que afecta el sistema inmunitario. Puede reforzar el sistema inmunitario del cuerpo. O usa versiones sintéticas de partes normales del sistema inmunitario para combatir el cáncer. También se denomina terapia biológica.

El sistema inmunitario combate las infecciones al destruir los gérmenes. Y del mismo modo, también puede destruir las células cancerosas. El interferón es el medicamento de inmunoterapia más común para combatir la LMC.

¿Cuándo se usa la terapia con interferón para tratar la LMC?

La terapia con interferón no suele ser la primera opción de tratamiento para la LMC. Esto se debe a que la terapia dirigida funciona muy bien para la LMC.

Pero el interferón puede usarse si la LMC no responde a los medicamentos dirigidos. Puede destruir las células leucémicas o mantenerlas bajo control. El objetivo es destruir tantas células leucémicas como sea posible. El interferón también puede ser una opción para tratar la LMC durante el embarazo.

¿Cómo se administra la terapia con interferón?

El interferón se administra como una inyección debajo de la piel. Suele ponerse todos los días. Puede colocarse las inyecciones como tratamiento ambulatorio en un hospital, en una clínica o en el consultorio del proveedor de atención médica. O puede que le enseñen a colocárselas usted mismo en su hogar. 

Si toma interferón, es posible que lo necesite durante mucho tiempo. Es normal tomarlo durante muchos años, siempre que funcione y los efectos secundarios no sean demasiado graves.

Posibles efectos secundarios del tratamiento con interferón

Los efectos secundarios del interferón pueden incluir los siguientes: 

  • Síntomas similares a los de la gripe

  • Cansancio intenso (fatiga)

  • Dolores musculares

  • Dolor de huesos

  • Fiebre

  • Náuseas y vómitos

  • Problemas para pensar y con la memoria

  • Cambios del estado de ánimo

  • Dolores de cabeza

  • Niveles bajos de glóbulos

Hable con el equipo de atención médica sobre cómo aliviar estos efectos secundarios. Puede ser útil cambiar la dosis de interferón. Algunas personas pueden tener que interrumpir el tratamiento debido a los efectos secundarios. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, la mayoría de las personas pueden tolerar este tratamiento. Los efectos secundarios suelen desaparecer con el tiempo una vez finalizado el tratamiento.

Colabore con el proveedor de atención médica 

Es importante saber qué medicamentos usa. Anote los nombres de sus medicamentos. Pregunte al equipo de atención médica cómo actúa cada uno, cómo se administran y qué efectos secundarios podrían causar.

Hable con los proveedores de atención médica sobre los signos a los que debe prestar atención y cuándo debe llamar al equipo de atención médica. Asegúrese de saber a qué teléfono puede llamar si tiene problemas o preguntas, incluso por la noche o fines de semana.

Puede ser útil llevar un registro de sus efectos secundarios. Escriba cualquier alteración física, del pensamiento y emocional. Tener una lista por escrito hará que le resulte más fácil recordar las preguntas cuando concurra a las citas. También les facilitará a usted y a su equipo de atención médica colaborar en el armado de un plan para controlar los efectos secundarios.

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